FÌSICA DE LAS ABDUCCIONES
En este enlace vamos a exponer la Fìsica de las Abducciones segun Corrado Malanga.

Pero para poder comprender còmo esto ocurre es necesario tener una nociòn sobre la Realidad Holografica de nuestro universo. Es por esto que a continuaciòn presentamos un resumen del Paradigma Holografico de David Bohm y Karl Pribram.

Para los que quieran investigar màs el tema, al final hay un enlace para descargar el libro "El Universo Holografico" de Michael Talbot, en el cual se presentan las teorias de Bohm y Pribram  con màs detalles.

EL UNIVERSO HOLOGRAFICO

Hoy en día casi todo el mundo ha oído hablar de los hologramas, las imágenes tridimensionales proyectadas espacialmente con la ayuda de un láser. En la actualidad, dos de los pensadores más eminentes en el mundo -David Bohm, físico de la Universidad de Londres, antiguo protegido de Einstein y uno de los físicos cuánticos más respetados, así como Karl Pribram, neurofisiólogo de Stanford y uno de los más influyentes arquitectos de la interpretación del cerebro- creen que el propio universo bien pudiera no ser otra cosa que un gigantesco holograma, una especie de imagen o estructura creada (al menos en parte) por la mente humana.

Curiosamente, Bohm y Pribram llegaron a semejante conclusión de modo independiente, a través del estudio de campos muy diferentes. Bohm se convenció de la naturaleza holográfica del universo tras muchos años de escepticismo frente a las teorías convencionales, incapaces de explicar numerosos fenómenos presentes en la física cuántica. Pribram se convenció a su vez ante la ineficacia de las formulaciones convencionales para resolver determinados enigmas neurofisiológicos.

Una vez llegados a tales conclusiones, Bohm, Pribram y otros investigadores adheridos a la misma idea advirtieron que el modelo holográfico servía para explicar gran número de fenómenos, entre los que se contaban la telepatía, la precognición, la psicokínesis (la capacidad de la mente para desplazar objetos sin valerse del contacto físico), los sentimientos místicos de comunión con el universo, la sincronicidad e, incluso, las experiencias chamánicas y preagónicas. De hecho, como subrayan sus defensores, el paradigma holográfico ayuda a explicar prácticamente todos los fenómenos místicos y paranormales.

¿De qué forma llegaron Bohm y Pribram a tan inusual concepción del universo y qué tiene de extraordinario el modelo holográfico para explicar fenómenos tan sorprendentes y dispares?

Para responder a estas preguntas es preciso examinar brevemente los campos estudiados por Bohm y Pribram.

EL CEREBRO COMO HOLOGRAMA

Pribram concluyó que el universo es un holograma mientras trataba de solventar la cuestión de cómo y dónde se almacenan los recuerdos en el cerebro. A lo largo de varias décadas, numerosos estudios habían probado que los recuerdos no se hallan confinados en una región precisa sino que se encuentran diseminados por todo el cerebro. En una serie histórica de experimentos efectuados entre los años veinte y cuarenta de este siglo, el neurólogo Karl Lashley comprobó con sorpresa que la extirpación de sucesivas porciones de cerebro no impedía a una rata efectuar complejas tareas aprendidas antes de las distintas extracciones quirúrgicas.

Pribram, antiguo discípulo de Lashley, no encontró respuesta al enigma hasta la década de los sesenta, cuando la lectura de un artículo acerca de la sorprendente y novedosa ciencia holográfica le proporcionó la explicación que andaba buscando. Una breve disertación sobre la naturaleza de los hologramas nos ayudará a comprender mejor la reacción de Pribram. Como ya indicamos, un holograma es una imagen tridimensional confeccionada con la ayuda de un láser. Para obtener un holograma, el objeto a fotografiar es bañado por la luz de un rayo láser. A continuación se hace rebotar un segundo láser contra el reflejo luminoso del primero y el patrón de interferencia resultante (el área donde se cruzan ambos láseres) es capturado de modo fotográfico. Al ser revelada, la película resultante muestra lo que parece un amasijo caótico de luces y líneas oscuras. Sin embargo, basta con iluminar la película con un nuevo rayo láser para conseguir una imagen tridimensional del objeto original.

La tridimensionalidad de tales imágenes no constituye la única característica sorprendente de los hologramas. Si partimos por la mitad el holograma de una rosa e iluminamos con un láser las dos mitades resultantes, cada mitad exhibirá la imagen completa de la rosa. Si subdividimos las dos mitades una y otra vez, cada uno de los fragmentos de película fotográfica seguirá mostrando una versión completa aunque, eso sí, más pequeña, de la imagen original. A diferencia de las fotografías convencionales, en el caso de los hologramas cada parte posee la información presente en el todo.

Esta idea del “todo en cada parte” proporcionó a Pribram la explicación que había buscado infructuosamente durante tanto tiempo. Los experimentos de Lashley habían demostrado que cada porción del cerebro parece contener la totalidad de los recuerdos  presentes en el cerebro. Ello llevó a Pribram a concluir que el propio cerebro debía ser una especie de holograma.

¿Cómo se almacenarían los recuerdos en un cerebro de carácter holográfico?

Hoy en día Pribram cree que los recuerdos no se agrupan en neuronas o pequeñas agrupaciones de neuronas, sino en estructuras de impulsos nerviosos que entrecruzan el cerebro de modo similar a como las estructuras laserianas entrecruzan un trozo de película fotográfica que contenga una imagen de naturaleza holográfica.

El almacenamiento de la memoria no es el único enigma neurofisiológico que resulta más fácil de abordar mediante el modelo holográfico del cerebro propuesto por Pribram. Buena muestra de ello lo constituye la forma en que el cerebro se las ingenia para traducir la avalancha de frecuencias recibidas a través de los sentidos (frecuencias luminosas, sonoras etc.) hasta transformarlas en familiares percepciones sensoriales. La codificación y decodificación de frecuencias es precisamente la especialidad del holograma. De hecho, los neurofisiólogos han descubierto que el cerebro emplea para el descifrado de las percepciones exactamente el mismo lenguaje matemático (conocido como "transformaciones de Fourier¨) utilizado en la elaboración de hologramas laserianos. Si tenemos en cuenta que la Madre Naturaleza dispone de incontables lenguajes matemáticos, ello resulta tan peculiar como lo sería descubrir a un grupo de esquimales que hablaran swahili.

¿Qué significa todo esto? Pribram considera que no sólo se trata de una prueba adicional acerca de la naturaleza holográfica del cerebro sino que de ello se deduce que el cerebro es, en realidad, una especie de lente, una máquina transformadora que convierte la cascada de frecuencias que recibimos a través de los sentidos en el familiar ámbito de nuestras percepciones internas. Dicho de otro modo, los quásars, las tazas de café y los robles no existen de modo objetivo. Se trata de hologramas creados en el interior de nuestras mentes, mientras que lo que denominamos "mundo exterior¨ no sería más que un océano fluyente y caleidoscópico de energía y vibración.

LA REALIDAD SUBATOMICA COMO HOLOGRAMA

El sendero que llevó a Bohm a concluir que el universo es un holograma se inició de manera más bien tangencial, al estudiar el ámbito de las partículas subatómicas. Poco después de haber sido establecidos sus principios maestros, la física cuántica (el estudio de las partículas subatómicas) se reveló capaz de efectuar una predicción de naturaleza sorprendente. Casi todos hemos oído hablar en alguna ocasión de los casos en que dos hermanos gemelos comparten similares sensaciones por mucha distancia física que exista entre ambos. De modo curiosamente semejante, las formulaciones matemáticas de la física cuántica llevaron a predecir que cierto tipo de procesos subatómicos son capaces de originar partículas esencialmente "gemelas", esto es, partículas unidas de modo igualmente misterioso, de tal forma que una de ellas registrará siempre y de manera instantánea aquello que le suceda a su gemela con independencia de la distancia existente entre ambas.

Cuando la existencia de partículas gemelas fue formulada por primera vez, los físicos no se hallaban en condiciones de comprobar empíricamente tan sorprendente hipótesis. Como consecuencia, durante la mayor parte de este siglo, la mayoría de los investigadores se centraron en el estudio de las predicciones menos problemáticas de la física cuántica. Sin embargo en 1982, un equipo de investigación de la universidad de París liderado por el físico Alain Aspect descubrió una forma de comprobar empíricamente la hipótesis y demostrar fehacientemente que las partículas gemelas pueden registrar efectivamente de modo instantáneo cualquier fenómeno sucedido a su mitad.

Dado que la mayor parte de los físicos se niegan a considerar como inválida la teoría einsteniana de la relatividad, muchos de ellos se esforzaron en explicar los descubrimientos de Aspect por medio de tortuosos razonamientos, en un intento de ignorar su verdadera trascendencia. Bohm, sin embargo, trató de seguir un camino diferente. Inspirado por las extrañas propiedades del holograma, consiguió formular un modo de explicar los hallazgos de Aspect sin abandonar el veto impuesto por la teoría de la relatividad a la posibilidad de una comunicación más rápida que la luz.

Bohm prescinde de misteriosas señales de comunicación y sostiene que las partículas subatómicas pueden registrar de modo instantáneo lo sucedido a sus semejantes con el argumento de que la supuesta lejanía entre ellas no es más que una ilusión. Su hipótesis afirma que, en algún plano más profundo de la realidad, dichas partículas no constituyen entidades diferenciadas sino que son una extensión del mismo todo fundamental.

Bohm nos ofrece un ejemplo para visualizar mejor su teoría. Imaginemos un acuario en cuyo interior nada un pez. Imaginemos asimismo que uno es incapaz de observar el acuario de modo directo y que el único conocimiento de él y su contenido proviene de dos cámaras de televisión, una enfocada a la parte frontal del acuario y otra enfocada a su lado. Al contemplar sus dos respectivos monitores de televisión uno podría creer que el pez representado en las pantallas constituye dos entidades diferenciadas. El engaño provendría del distinto ángulo de las cámaras, susceptible de proporcionar dos imágenes diferentes. Sin embargo, la contemplación más prolongada de los peces nos revelará la existencia de cierta relación entre ambos. Cuando uno de ellos se gire, su compañero efectuará un giro simultáneo aunque ligeramente distinto; cuando uno se sitúe frontalmente, el otro siempre aparecerá ladeado. Si uno no acaba de comprender la naturaleza real de la situación, podría acabar concluyendo que los dos peces mantienen algún tipo de comunicación instantánea, circunstancia que, evidentemente, no hace al caso. Según Bohm, ello es precisamente lo que sucede entre las partículas subatómicas según el experimento de Aspect.

En términos holográficos, del mismo modo que cada parte del holograma contiene la información relativa al todo, cada miembro de una pareja de partículas gemelas contiene la información relativa a la pareja completa. De acuerdo con Bohm, la aparente conexión más rápida que la luz existente entre partículas subatómicas no es otra cosa que la expresión de un nivel más profundo de la realidad todavía desconocido para nosotros, un nivel holográfico análogo al ejemplificado en el caso del acuario. El hecho de que veamos las partículas subatómicas como entes diferenciados se explica porque no nos apercibimos de la proverbial porción de cósmica película holográfica en que se hallan inscritas. Tan sólo vemos la trémula imagen ilusoria proyectada por la película.

EL COSMOS COMO HOLOGRAMA

Considerados al unísono, los descubrimientos paralelos de Bohm y Pribram -que nuestro cerebro parece estar programado para descifrar estructuras holográficas y que la propia textura de la realidad está estructurada de modo holográfico- parecen algo más que una sorprendente coincidencia y llevan a pensar que el universo entero acaso no sea más que una especie de holograma gigantesco. Ello no quiere decir que esté formado por rayos láser, sino que posee las propiedades de un holograma. Tal proposición ha sido recibida con escepticismo por numerosos científicos pero asimismo ha galvanizado a muchos otros, entre los que comienza a cundir la sospecha de que quizá se trate del modelo de realidad más aproximado al que la ciencia ha llegado hasta la fecha.

Como ya mencionamos, una razón para tomar la hipótesis holográfica en serio estriba en que ofrece una explicación que resuelve la práctica totalidad de los fenómenos parapsicológicos. En un universo en el que los cerebros individuales constituirían partes indivisibles de un mismo holograma primordial y en el que todo se hallaría conectado de manera holográfica, la telepatía podría ser, simplemente, la puerta de acceso al nivel holográfico. Dicho con otras palabras, en un universo que es un holograma, nuestro cerebro, y de hecho cada neurona y cada átomo de nuestro cerebro, de algún modo contiene el universo entero, al mismo tiempo que todos formamos parte de una mente global. La frase del poeta William Blake relativa a que el universo puede ser descubierto en un simple grano de arena se convertiría en una verdad literal. Por consiguiente, la capacidad de un cerebro de acceder a la información de otro cerebro no sería ya un problema, puesto que cada cerebro contendría ya la totalidad de los restantes cerebros.

Bohm y Pribram asimismo han apuntado que numerosas experiencias religiosas y/o místicas tales como los sentimientos de comunión trascendental con el universo pueden tener su origen en el acceso al ámbito holográfico. Como estos dos científicos subrayan, las descripciones de los grandes místicos relativas a experimentar una sensación de unidad cósmica con el todo pueden deberse a que estos místicos lograron irrumpir en aquéllas regiones de su mente en las que todo posee efectivamente una cósmica unidad.


Sugerimos leer los dos primeros capitulos del libro "El Universo Holografico" de Michael Talbot.

Descarga el libro en este enlace: 
http://bit.ly/7R2z8e


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LA FISICA DE LAS ABDUCCIONES

(Extraido de La Fisica delle Abduction)

El tiempo no se detiene, porque no existe.

A primera vista uno puede hacerse a la idea que, durante la abducciòn, el tiempo en algún modo se detiene, pero ésto no puede ser cierto: si el tiempo se detuviera, de hecho, todo estaría quieto. En otras palabras, no se podrían mover ni siquiera el abducido y los alineígenas.
Sucedería también así si fuera bloqueado el espacio, porque éste está vinculado al tiempo. Como he subrayado antes, algunas veces el tiempo parece no sólo detenerse, sino directamente volver atrás. Un abducido se despierta de un sueño agitado, en el cual pequeños seres lo secuestran, llevándoselo afuera de su habitación. Evidentemente no era un sueño, porque despertándose jadeante y asustado, descubre mirando el reloj de la mesa de luz, haberse despertado antes de acostarse: se había acostado a las 23:30 y luego de un "largo sueño" se había despertado a las 22:30. Otro abducido se queda dormido en un avión y cuando se despierta, nota que en el fuselaje no hay nadie. Se agita y jadeante busca a alguien mientras el avión vuela, pero se vuelve a dormir imprevistamente, o mejor dicho, no recuerda qué pasó. Cuando se vuelve a despertar, luego de los habituales cuarenta minutos, todo está normal a su alrededor. Todo queda en su mente en forma de sueño. Pero habrá sido realmente un sueño?

Intentemos un primer acercamiento

La visión cuántica del Universo permite representarlo, por el momento, con una aproximación. Ya he mostrado, de hecho, que el espacio-tiempo es una rejilla de puntos en donde son definidos completamente sólo los nudos en los que el tiempo y el espacio (pero también la energía, omitida para simplicar la visión de las cosas) se encuentran.
El Universo, por tanto, existiría sólo en esos puntos, mientras que en el medio no habría nada. Puntos, se podría decir, iluminados por el eje de la Consciencia que, como desde hace mucho he subrayado, se comportaría como un proyector de informaciones que ilumina una pantalla cinematográfica. De lejos, para el observador incauto parece que la imágen proyectada en la pantalla y llena de informaciones es homogénea, pero, observando atentamente la pantalla con una lente de ampliación, uno se da cuenta que la imágen se forma sólo en los puntos en donde existe el hilo del tejido de la pantalla. Es inobservable en los agujeros entre trama y textura del tejido, ahí donde no interactúa con el hilo. En la representación gráfica del costado cada círculo blanco es un punto en la realidad virtual, mientras que el negro representa la ausencia de
realidad.

En base a este esquema, la existencia es un recorrido preciso pero cuantizado, obtenido saltando desde un punto a otro, como si la realidad fuera un apretadísimo conjunto de fotogramas y no una acción continua. Esta visión de la realidad virtual consiente tener medidas de tiempo y espacio bien definidas y de no tomar en consideración, entre una medida y otra, una variación continua, sino la existencia de valores distintos e independientes de espacio y de tiempo. En definitiva nuestra vida no sería un continuum de situaciones, sino una serie muy larga y apretada de imágenes estáticas que se suceden en una imaginaria pantalla cinematográfica.

Pero qué sucede cuando llega el alienígena?

Admitamos, entonces, que nuestra existencia se pueda describir como una serie de situaciones semejantes a otros tantos fotogramas de un film proyectado en un telón de la realidad virtual.
Nuestro cerebro toma en exámen un fotograma solo a la vez. Si un hipotético observador, dentro de un pequeño helicóptero, se moviera al lado de la película exactamente a la misma velocidad, vería, debajo suyo, siempre el mismo fotograma, o sea la misma imágen, e iluminaría solamente esa con su faro, como aparece en las imágenes inferiores.



Veremos además que ésto es sólo un aspecto de lo que sucede realmente, pero por ahora representa un progreso en la comprensión de lo que acontece durante una abduction.
El helicóptero, no sería otra cosa que la máquina alienígena, la cual interactúa con la realidad espacio-temporal del abducido, bloqueando localmente el tiempo. Esto sucedería porque la máquina alienígena se pondría sobre el eje del tiempo de la realidad local del abducido e interactuaría, en fase, con su tiempo.
Para el abducido y para el alienígena el tiempo se detiene, pero no para el resto de las cosas animadas, o sea aquellas dotadas de Consciencia, que desaparecerían de la escena percibida por el abducido.

Sería como si algo hubiera retenido alienígenas y abducido en el fotograma 4 de la reconstrucción gráfica, mientras que todos los otros objetos "vivos" hubieran continuado hacia adelante, regularmente, en los fotogramas 5,6,7...
Al comienzo de la abducción, el abducido es extraído del fotograma detenido. En otras palabras, el alienígena bloquea al abducido y deja seguir regularmente hacia adelante a los otros personajes del film.

Para obtener ésto, viaja en el tiempo a la misma velocidad del abducido, obteniendo el efecto del mencionado pequeño helicóptero que persigue el fotograma 4, pero su desplazamiento está ligado solamente a un eje, el del tiempo. Para quien está en el fotograma 4 y para el helicóptero el tiempo aparece quieto, como dos automóbiles que viajan a la par en una autopista, parecen detenidos uno respecto del otro, y el alienígena puede interactuar con la realidad del abducido, que aparece quieta respecto a él, simplemente porque el "paisaje" viaja a su misma velocidad: aparentemente todo está quieto.

Veremos enseguida que también las pequeñas incongruencias, difíciles de comprender en este nivel, serán rápidamente allanadas con la modificación de algunos parámetros locales.
Esta descripción no es más que la misma ya hecha antes, cuando he sugerido la hipótesis que el alienígena se desplace físicamente en la rejilla holográfica moviéndose sólo en el tiempo o sólo en el espacio. Al abducido se presentaría justamente la situación que él relata, es decir que todo está quieto salvo los alienígenas y él mismo, los únicos que pueden moverse en este espacio-tiempo "bloqueado". No hay nadie más por ahí, porque aquellos que "viven" siguieron hacia adelante en los fotogramas sucesivos. Se nota que las cosas inanimadas quedan quietas, mientras aquello que es vivo se puede mover en la rejilla holográfica, como es sostenido por algunos estudiosos de la física de la realidad virtual de Bohm. Una vez más la realidad virtual aparece cuantizada sea en el espacio, sea en el tiempo, sea en la energía.

La introducción del concepto de Consciencia ordena todo.

A pesar de todo lo expuesto hasta ahora, aparece todavía oscuro qué se entendía por "ser viviente" y qué le da a éste, en la rejilla holográfica, los grados de libertad que el resto del Existente pareciera no tener.
Estos derivan de la introducción del eje de la Consciencia: sólo aquello que posee Consciencia, osea tiene dentro de sí la Realidad Real y no aquella virtual, puede ser considerado "ser viviente". El resto no es viviente. Esta es mi definición de "vida": la vida es consciencia. Un pez es consciencia, un alienígena es consciencia, un humano es consciencia, pero un refrigerador no, un ordenador tampoco.
Lo dicho hasta aquí describe la virtualidad como proyección de la Realidad Real, la Consciencia, sobre un telón cinematográfico que tiene, como ejes, los del Espacio, del Tiempo y de la Energía, bien visibles bajo forma de colores que las imágenes asumen. Veremos que el modelo color-universo será dentro de poco muy útil; se trata de una tentativa de visualizar con imágenes tridimensionales aquello que tiene muchas más dimensiones.
Ahora ha llegado el momento de hacer unas cuentas sobre la virtualidad, mientras la Consciencia está observando, divirtiéndose por la inutilidad de ésto.

LAS DIMENSIONES DEL UNIVERSO HOLOGRAFICO

Hasta ahora todo el universo virtual ha sido "esparcido" en un plano. Esparcir sobre un plano el Universo significa construir una red de puntos, los nudos cuánticos, que son los lugares donde la virtualidad existe y representan hipotéticos fotogramas de vida. Pero ni el espacio ni el tiempo ni la energía existen, siendo, según Bohm, componentes de la virtualidad: él sostiene que el Universo está todo en un sólo punto (universo no local, como dicen los físicos).
Entonces habría que preguntarse qué distancia gráfica existe entre un punto y otro de la rejilla. En el medio se sabe que no hay nada. Esto significa, talvez por ejemplo, que no se sabe cuantificar el agujero espacio-temporal que existe entre un evento y otro?. Si así fuera, habría que preguntarse qué sucede entre un fotograma y otro: el Universo se detiene y con él también nosotros, luego re-vive en el fotograma sucesivo, pero nosotros no nos percatamos?
Una discusión con un amigo podría así durar millones de años entre un fotograma y otro y nosotros no nos podríamos dar cuenta? Nos dormiremos al final de cada fotograma para despertarnos al comienzo del sucesivo, sin tener ninguna consciencia de aquello que existe en el medio? Claro, ésto sería lícito, porque en el medio no existe nada y la Consciencia no interactuaría con la parte virtual de sí misma.
En realidad estas preguntas no tienen ningún sentido teórico: entre un evento y otro no existe ningún otro evento y el hecho de dibujar los eventos como círculos de una rejilla, puestos a una distancia "x" uno del otro, es sólo una representación gráfica. Bien, pero, queriendo realizar una representación gráfica correcta nos podríamos preguntar cuán grandes son cada uno de los círculos y a qué distancia correcta los círculos vayan dibujados en el plano espacio-temporal.
A la segunda pregunta se podría responder con algunos datos proporcionados por la física contemporánea, utilizando los valores calculados por Max Planck, el cual se ha tomado el trabajo de calcular las dimensiones de todo lo pequeño que hay mensurable en el Universo.

Cuán distantes están los eventos en el plano espacio-temporal holográfico?

Esta pregunta sin consistencia tiene una respuesta banal:cualquier distancia se adoptase entre dos eventos cuantizados sería gráficamente válida, porque entre un evento y otro no estaría la posibilidad de definir nada. Esto, en términos matemáticos, quiere decir sólo una cosa, que los eventos están todos en el mismo punto:no existe otra posibilidad que colocarlos todos en el mismo punto.
En otras palabras "esparcir" estos puntos en una superficie plana es sólo un truco que sirve a la mente para volverlos diferenciables y visibles contemporáneamente como eventos diferentes, y no como el mismo evento. De hecho la mente, si se colocan muchas cosas en el mismísimo espacio tridimensional, considera que exista una cosa sola, y no muchas superpuestas. Si dibujar distinguidos los eventos cercanos a lo largo de los ejes del espacio y del tiempo garantiza una mejor comprensión de la diferenciación de los acontecimientos, colocarlos uno superpuesto al otro da la idea que Bohm tiene del Universo no local, donde todo está en un único punto.
La teoría de las Supercuerdas necesita de por lo menos 10 dimensiones: las equaciones que describen la teoría de las Supercuerdas, para conectar la relatividad general con la mecánica cuántica, para explicar la naturaleza de las partículas, para unificar las fuerzas y así sucesivamente, tienen la necesidad de utilizar dimensiones adicionales respecto de las clásicas cuatro (tres espaciales y una temporal). Estas dimensiones, según los teóricos de las cuerdas, están completamente envueltas en el espacio encrespado en precedencia descripto por Kaluza e Klein. Los científicos se están ahora dando cuenta que una posición de la física cuántica es considerar que el Universo está congelado y que existan tres grados de singularidad, coincidentes con espacio, tiempo y energía, dotadas de dimensiones inusuales, las cuales pueden contener otras dimensiones incluyendo enteros Hiperespacios y Universos. Un argumento bastante complicado que, veremos, no se necesita para explicar lo que sucede en realidad, de los cálculos a los cuales recurren los físicos modernos. Mientras Bohm estudia la física del Universo Holográfico, Aspect confirma la posibilidad de que Bohm tenga razón, descubriendo que cada uno de dos fotones completamente desunidos uno del otro, a millones de años luz de distancia, sabe exactamente que sucede al otro. Eso tiene una sóla explicación:el Universo no es local y los dos fotones en realidad co-existen en el mismo lugar de los puntos. Pribram, neurofisiólogo, sostiene, además, que nuestro cerebro es un lector de hologramas el cual percibe el Universo en tres dimensiones, con las leyes físicas que gobiernan la física del holograma: el juego está hecho.

Las dimensiones del Universo

Pero cuán grande es el Universo? No crean que los científicos no lo han calculado en base a los datos, calculados a su vez por Plank.

Si razonáramos como siempre lo hemos hecho, nos encontraríamos frente a números muy grandes. Por ejemplo, nuestra galaxia, la Via Láctea, tiene un diámetro de apróximadamente 50 000 años luz, osea un fotón para atravesarla toda emplearía cincuentamil años.
Planck, desde su punto de vista, calcula rigurosamente cuanto sea, tanto el más pequeño de los objetos mensurables como el más grande del universo entero. Cálculos absolutamente rigurosos, y de acuerdo con la física actual, dan indicaciones precisas. Según Planck, de hecho, el tiempo
más pequeño mensurable es:

Donde h es la constante de Planck, G es la constante de gravitación universal y c es la velocidad de la luz. Siempre según Planck, el largo más pequeño mensurable es:

Estos son los valores más pequeños en la escala espacio-temporal, mientras que la energía más pequeña mensurable para Planck es:

Donde
representa el más pequeño largo de onda mensurable, osea .

Planck indica además la masa más pequeña mensurable, que es:

En realidad ésta no es la más pequeña masa mensurable, sino que es la más pequeña masa que un agujero negro con el rayo de Scwarzschild al largo de onda de Compton y un largo efectivo par al largo de Planck, podría poseer; no la cosa más pequeña que existe, sino la cosa más pequeña y más llena de materia.
Ahora, si tenemos presente que el Universo tiene una edad estimada en
segundos, podemos también decir que la edad del Universo es apróximadamente (tiempo de Planck).
Teniendo en cuenta todos los parámetros, un simple cálculo, aceptado por la física moderna, permite decir que el tiempo de Planck vale apróximadamente
segundos
y el largo de Planck tiene un valor de
metros.

El Universo en un granito de arena

Pero qué significado tienen, desde un punto de vista puramente físico, por ejemplo el tiempo o el largo de Planck? Se dice que, debajo de estos valores, los objetos pierden definición y no pueden ser medidos. Se ha querido dar a esta interpretación de los datos una acepción a menudo limitada.
En otras palabras se ha pensado que, más allá de esos límites físicos, los aparatos, ligados a las leyes de esa física que da justamente esos valores, no pudieran andar: como un gato que se muerde la cola. Se ha dicho que era Dios quien ha construido el Universo y haya impuesto una especie de límite para las observaciones humanas, justamente porque, sin este límite, Dios mismo habría podido ser observado. Parecerá extraño, pero ambas impostaciones de pensamiento tienen un fondo de verdad.
Qué significa el hecho que, por debajo de un cierto, pequeño, valor no se mida más nada?
Que no hay más nada para ver, o sino que existen cosas más pequeñas pero invisibles?
Si todavía, por última vez, utilizáramos el plano espacio-temporal colocando los eventos cuantizados sobre esa superficie, nos percataríamos que los eventos, si estuvieran uno al lado del otro, tendrían una cierta dimensión. Como entre un evento y otro no existe nada, podríamos estar tentados de poner un evento al lado del otro como muchos círculos que se tocan. Estos círculos tendrían las dimensiones dictadas por Planck y así descubriremos que el Universo tiene exactamente
círculos a lo largo del eje del tiempo y, obligatoriamente, también el mismo número de círculos a lo largo de los ejes de la energía y del espacio, dado que cada círculo está caracterizado por los tres parámetros.
De hecho, si el Universo está compuesto por eventos lo más pequeños posible y definibles trámite las medidas de Planck, podemos seguramente ponerlos uno al lado del otro: así se garantizaría por un lado el continuum espacio-temporal y por el otro, también la cuantización misma.
La física dice cuantos son los círculos, osea los eventos más pequeños, que se pueden disponer sobre la rejilla holográfica, pero no dice cómo están colocados uno con respecto al otro.
Bohm, empero, lo dice: los círculos están todos en el mismo punto, uno superpuesto al otro.
Esto es, efectivamente, el único modo para tener una sola solución, y no infinitas soluciones, como infinitos serían los modos de disponer los círculos sobre un plano espacio-temporal. Caen de un sólo golpe todas las paradojas que nacerían si, por ejemplo, los círculos estuvieran todos en fila, dispuestos a cualquier distancia uno de otro, salvo la distancia cero.

Interviene la Consciencia del Universo

Si el más pequeño de los objetos existentes tiene las dimensiones dadas por Planck y todos los puntos que forman el Universo están superpuestos, entonces el Universo es grande
metros a lo largo del eje del espacio y apróximadamente segundos a lo largo del eje del tiempo. Sobre el eje de la energía sería lo mismo bien delimitado por la constante de Planck multiplicada por la velocidad de la luz.
Todo el universo sería una bolita en donde todo está dentro. Pero cómo se puede conciliar esta observación con el hecho que quien lee parece ocupar más espacio y más tiempo?
Cómo se hace para que quepa dentro de una pequeñísima esferita todo el Universo que "cierta física" calcula como inmenso?
Simple: es suficiente pensar que espacio, tiempo y energía son solamente virtuales, y no reales, osea no existen sino como proyección de la Consciencia humana, la cual, a su vez, es fruto de la creación (Consciencia Cósmica).
Pero alguien podría objetar que se está hablando de una quimera: la Consciencia no se puede medir! De hecho está incluído en la definición de Consciencia el axioma que ella no pueda ser ni medida ni vista, pero se la puede ver indirectamente a través de su creato, es decir a través de la parte virtual del Universo.
Por lo tanto: no panic. En la misma definición de Consciencia existe el axioma que ella no puede ser mensurable. No se trata por lo tanto de algo que va contra las definiciones acerca del problema.

La Conciencia es cuantizada?

La definición de Consciencia, por lo menos como ha sido esbozada hasta ahora, parecería poder prever una cuantización, dado que el espacio, el tiempo y la energía, sus creaciones, lo son. El "experimento del tercer astronauta" podría de hecho ser interpretado admitiendo que la consciencia tenga dos estados, up y down, que se suceden con una cierta frecuencia. De ese modo un evento podría no ser registrado por un observador, admitido que el evento mismo interactuase con él cuando él está en estado down.
Qué sucede en el modelo en donde el espacio-tiempo resulta descripto como un plano? La Consciencia sería representable como un rayo de luz proyectada, que ilumina a intervalos, con una cierta frecuencia, todos los círculos del plano. Esta hipótesis no satisface a un par de condiciones al respecto:
A) El estado de consciencia up se verificaría simultáneamente para todos los seres vivientes, y no en instantes diferentes (no podría ser explicado el experimento de los tres austronautas).
B) La Consciencia variaría su estado de up a down (no satisfaciendo el axioma que la impone como invariante absoluta).

Entonces, recurriendo siempre al plano espacio-temporal utilizado hasta ahora (definido LGO-lettore grilla olografica-en italiano, LRH -lector rejilla holográfica-en castellano) podríamos comparar su superficie a aquella del tubo catódico de un viejo televisor, en el cual los diferentes puntos (los pixels), son iluminados por el rayo de la Consciencia uno por vez, muy rápidamente y con una cierta frecuencia.
La Consciencia estaría siempre encendida (el rayo catódico) y los pixels serían up o down en instantes diferentes uno del otro.
Pero todavía se choca contra dos condiciones al respecto:
C) Es verdad, de hecho, que el eje de la Consciencia queda siempre encendido, pero, en el iluminar los individuales pixels, varía de todas maneras su condición en la pantalla, osea no es invariable.
D) No existe posibilidad de supervivencia en un universo en donde cada pixel individualmente vive (estado up) sólo cuando los otros están muertos (estado down).
La idea de la existencia de la Consciencia parece entonces surgir como algo que complica la vida y no da un simple sistema descriptivo, al menos de la parte virtual.
Pero, que una Consciencia Universal existe, o mejor dicho que el Universo tiene un componente conscencial, no soy el único a decirlo[Searle’s Ontology of the Mind in the Universe: A Criticism (Daniel D. Novotny, UB Spring 2002, second version)].

El científico Stephen Hawking se plantea también problemas filosóficos, que no puede resolver con métodos científicos, en cuanto el objeto impone un método lógico filosófico.
Hawking hace principalmente preguntas de naturaleza filosófica y teológica:
- Por qué el universo es así como es?
- Por qué existe algo, en vez de nada?
- Por qué el universo "exige" un Creador para explicar su existencia?

Son preguntas sobre la creación y sobre un Dios Creador.
Pero un interrongante que nace de las consideraciones de Hawking es:
- Una "teoría de cada cosa" puede dar razón a la propia existencia?

Hawking no se percata que llama Dios con el apelativo "Conciencia" y en ésto está en perfecto acuerdo conmigo, y además se pone frente al pensamiento científico preguntándose si, con el razonamiento y con las fórmulas, se pueda entender todo, poniendo el mismo problema que yo he puesto en este trabajo, pero si lo digo yo, parece que fuera un visionario. Bien, los detractores de mi modo de pensar sepan que Hawking, por lo menos en ésto, está de acuerdo conmigo, a pesar de haber partido con hipótesis totalmente contrapuestas.
Alexandre V. Boukalov, del Centre of Physical and Space Researches International Institute of Socionics, en un artículo de título "Consciousness and Physical Universe" publicado en Physics of Consciousness and Life, Cosmology and Astrophysics Journal,Issue 1, 2001, se pregunta si existe un universo consciente. El sostiene que, siendo el rayo del Universo igual a
metros, teniendo presente que cada celda existente tiene el largo de Planck, existen celdas operacionales en esa que él define la Metagalaxia (el Universo.N.D.A.)

La frecuencia operativa de estas celdas comporta
.
Las operaciones computadas por nuestro Universo a nivel de Plank serían:


http://www.socionics.ibc.com.ua/physics/01-1/ascons.html#_ftnref1


Hay que destacar que el número de celdas operativas es prácticamente el mismo que he calculado yo para una dimensión sola,  que es
. Estos valores serían aquellos que se le atribuyen a una Consciencia Universal, o mejor serían las operaciones que la parte virtual de la Consciencia efectuaría si se la pudiera parangonar a una computadora.
Pero de todo este discurso obtenemos también que el número de celdas de Boukalov  no es otra cosa que el número de los trozos más pequeños de virtualidad, que representarían los ladrillos del Universo y están colocados todos en un sólo punto virtual con las dimensiones de una pequeña esfera compuesta de muchas esferas que no interactúan entre ellas si no a través de algunas leyes geométricas especiales que veremos dentro de poco.
Volvamos una vez más al SuperSpin, con la hipótesis, según la cual la parte virtual del Universo está caracterizada por Rotones individuales que, según como se orientan en el espacio, en el tiempo y en la energía, dan lugar a observaciones de campo eléctrico, magnético y gravitacional.

Los Rotones del SuperSpin

El Rotón, así como está descripto en la teoría del SuperSpin, es un lugar de puntos pertenecientes a la virtualidad, que puede matemáticamente ser descripto con una operación geométrica de rotación. El Rotón es por lo tanto un objeto que se caracteriza por un vector y un versor (vector unitario o normalizado-ndt-). En la visión de un espacio-tiempo "esparcido" sobre el plano espacio-temporal, los Rotones no son otra cosa que los objetos de Planck. Por ésto, de este momento en adelante, los llamaré Rotones de Planck. Veamos uno:

Se trata de una esfera caracterizada por la rotación con una precisa frecuencia angular sobre cada uno de los tres ejes. El Rotón no representa sólo el más pequeño objeto del Universo sino que representa también todo el Universo, porque en sus límites están todos los otros Rotones, uno superpuesto al otro y no uno dentro del otro. Los diferentes Rotones pueden interactuar o no, según las respectivas frecuencias angulares de rotación.
En este modelo de microuniverso bohmiano el plano espacio-temporal de partida se ha replegado sobre sí mismo hasta superponerse todos los Rotones.
Para simplificar la comprensión de este microuniverso, aquí hay dos Rotones como se verían si estuvieran quietos.










En el dibujo de la izquierda están puestos también los ejes de energía, espacio y tiempo, mientras que en el dibujo de la derecha aparece un segundo Rotón con inclinación de los ejes diferente. Los dos Rotones no están en fase, porque ninguno de los tres ejes se superpone y no interactúan entre ellos. Existen
Rotones, que son leídos veces al segundo, obviamente sobre la escala virtual del tiempo.
Cómo son leídos estos Rotones? Cómo se da cuenta uno si están en el estado up o down (cuando no son leídos?) Quién lee estos Rotones?
Los Rotones son leídos por la Consciencia, la cual finalmente, en esta transformación de coordinadas, pierde su no correcta forma de eje y se vuelve un punto al centro de los Rotones. Un punto de donde irradia continuamente su escencia. Hasta ahora en los dibujos se ha tenido que mantener la Consciencia bajo forma de eje para tratar de dar una imagen de ella en la mente del lector. No se puede sin embargo leer la Consciencia como un eje, dado que ella es indescriptible de todos modos en la realidad virtual. No puede ser un eje, sino sólo un punto geométrico sin dimensiones, una idea y nada más. Pero de ese punto parte la creación de espacio, tiempo y energía, que son leídos como grandezas virtuales, bajo forma de hologramas.
Pero qué da, entonces, el aspecto cuantizado a la realidad virtual?
Primeramente el hecho que los Rotones son un número preciso y finito y entre un Rotón y otro hay una diferencia angular cuantizada. Los Rotones no tienen todas las posibles angulaciones, de lo contrario serían infinitos, pero pueden existir sólo en oportunas angulaciones.
Si los Rotones son en total apróximadamente
, eso significa que por cada dimensión (espacio, tiempo y energía), hay apróximadamente rotones en 360 grados, osea apróximadamente informaciones por cada grado sexagesimal.

 
 
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